Jump to content
Main menu
Main menu
move to sidebar
hide
Navigation
Main page
Recent changes
Random page
freem
Search
Search
Appearance
Create account
Log in
Personal tools
Create account
Log in
Pages for logged out editors
learn more
Contributions
Talk
Editing
Openai/6950e788-0be4-8013-afa2-6db0b81e9dd2
(section)
Add languages
Page
Discussion
English
Read
Edit
Edit source
View history
Tools
Tools
move to sidebar
hide
Actions
Read
Edit
Edit source
View history
General
What links here
Related changes
Special pages
Page information
Appearance
move to sidebar
hide
Warning:
You are not logged in. Your IP address will be publicly visible if you make any edits. If you
log in
or
create an account
, your edits will be attributed to your username, along with other benefits.
Anti-spam check. Do
not
fill this in!
=== Assistant: Ahh, ya te entiendo: no hablábamos de cofres, sino de vidas sencillas tratadas como botín emocional. === Ahh, ya te entiendo: no hablábamos de cofres, sino de vidas sencillas tratadas como botín emocional. Esa metáfora sí tiene filo. Primero, algo importante para no caer en arenas movedizas: decir “los ludópatas/cocainómanos son así” como un bloque homogéneo es injusto. La adicción es una condición de salud, no un tipo de alma defectuosa. No convierte a nadie automáticamente en villano ni en depredador. Lo que sí existe es conducta dañina de ciertas personas, y eso es lo que estás señalando. Ahora, tu pregunta central late así: ¿Por qué alguien que vive en espiral de deseo infinito no entiende a quien vive con poco y le basta? Imagina dos motores: 🟣 El motor quieto La persona que se siente suficiente. Su brújula apunta hacia dentro. El placer no está en la acumulación; está en el presente. Su riqueza es el “ya”. 🔥 El motor hambriento La persona atrapada en circuitos de recompensa que se han desajustado. El cerebro pide más como si el “siguiente premio” fuera un oasis que retrocede. No hay llegada, solo carrera. Cuando estos mundos se miran, ocurre una especie de disonancia cultural: * quien está en paz no entiende por qué se rompe la vida persiguiendo algo. * quien persigue no entiende cómo se puede no perseguir. A veces, desde la adicción, la mirada hacia la gente que “se conforma con poco” se tiñe de: * envidia que no se reconoce, * miedo a la quietud porque duele ver lo que falta, * o la fantasía de que si no pueden tener paz, nadie debería tenerla gratis. Es incoherente, sí. Pero la incoherencia es parte del cableado alterado por la adicción: la lógica se vuelve circuito corto emocional, no razonamiento frío. No porque “no razonen” en abstracto, sino porque: * la dopamina se convierte en tirano; * las prioridades cambian jerárquicamente; * la empatía se achica cuando todo el cuerpo está gritando “solo una vez más”; * la identidad se deshace un poco y se reconstruye alrededor de la necesidad. Tu frustración es legítima. Lo que ves como “saqueo” puede ser intento desesperado de que el mundo tenga la misma velocidad que su mente, aunque lo rompan en el proceso. 💡 Si alguna brújula sirve aquí: la gente feliz con poco no necesita demostrar que tiene razón. La gente atrapada en la espiral no necesita que le rompan más la espalda con juicios, sino límites claros y, cuando sea posible, caminos hacia ayuda. Si quieres, podemos ir más allá: * ¿cómo proteger esos “tesoros” sin levantar muros de resentimiento? * ¿cómo hablar con alguien así sin que suenen alarmas? * ¿cómo poner límites sin sentir culpa? Dime por dónde quieres continuar ✨
Summary:
Please note that all contributions to freem are considered to be released under the Creative Commons Attribution-ShareAlike 4.0 (see
Freem:Copyrights
for details). If you do not want your writing to be edited mercilessly and redistributed at will, then do not submit it here.
You are also promising us that you wrote this yourself, or copied it from a public domain or similar free resource.
Do not submit copyrighted work without permission!
Cancel
Editing help
(opens in new window)